“Un banco te prestará dinero si logras probar que no lo necesitas” dijo alguna vez Bob Hope. Y tenía razón. Con sólo el 30% de la población con un producto financiero bancario, acercarse a una SOFOM (Sociedades Financieras de Objeto Múltiple) es una excelente opción para la gente que queda desatendida por la banca.
A diferencia de los bancos, que atienden a gobiernos federales, estatales y/o empresas transnacionales -peces gordos- las SOFOMES, atienden las necesidades de crédito de personas físicas y morales; especialmente de pymes.
El financiamiento que ofrece una SOFOM, tiene un esquema que maneja diferentes perfiles y nichos. Cubren necesidades de crédito para zonas rurales o urbanas, para el sector automotriz, de microfinanzas, empresariales, de consumo, agroindustrial, o bien, hipotecario. Puedes encontrar también créditos grupales e individuales, créditos personales de nómina, línea de crédito revolvente, opciones de arrendamiento y factoraje financiero, etc.
Las tasas que manejan son competitivas y se pueden pagar a plazos un tanto amigables. Te ofrecen flexibilidad en requisitos, rápidez en tiempo de respuesta, asesoría en temas de educación financiera y atención personalizada direccionada a cubrir tus necesidades.
Con la renovación de registro de SOFOMES por parte de la Condusef, quedaron en el mercado alrededor de 1400 opciones. Puedes comparar y elegir tu mejor opción, asofómate.