Una planteamiento que los empresarios deben estar haciendo de manera constante -ya sea en una startup, una Pyme o un corporativo- es cuestionarse si deben adquirir o arrendar sus activos. Ya sea un programa de cómputo, una maquina o un edificio, el cuestionarse, analizar los números y tomar la mejor decisión financiera debería ser la práctica común. Lamentablemente tenemos en nuestra cultura empresarial muy arraigada la idea que poseer es poder. Comprar es controlar. ¿Pero realmente es asÍ? ¿Es ésta la mentalidad que queremos heredar a las nuevas generaciones?
Cuando un empresario adquiere su propia maquinaria se amarra de cierta forma a su activo y le genera casi nula flexibilidad: el mudarse de local, cambiar la línea de producción o invertir en nueva tecnología deja de ser una opción. Es común el proceso de hacerte de los activos que necesitas para el funcionamiento de tu empresa: autos, maquinaria, equipamiento o inclusive software. El cambio de mentalidad viene en rentar todos estos activos a través de un producto financiero llamado arrendamiento puro o arrendamiento financiero. Productos Financieros diferentes al crédito.
1.- PUEDES TENER EQUIPO DE PUNTA, SIN DESCAPITALIZARTE.
Cuando adquieres un crédito, compras la maquinaria, eres el dueño, sin embargo, los documentos que te hacen el acreedor los tiene la institución financiera hasta que termines de pagar tu crédito.
Digamos que pagaste el activo a plazos con unos intereses adicionales y al final te hiciste del activo. Se registrará tanto en tus estados financieros como en tu balance, como activos y contablemente lo depreciarás de acuerdo a las reglas contables dependiente que activo que sea.
El arrendamiento es un producto financiero enfocado a rentar.
El arrendamiento financiero funciona un poco similar al crédito. El activo podría ser tuyo si lo deseas, los documentos se los queda la Institución Financiera, no pagas amortizaciones, pagas rentas, no hay enganche y al final hay un valor de recompra donde tienes la opción de adquirir o no el equipo. Si no quieres quedarte el equipo puedes volver a arrendarlo por un periodo adicional, arrendar una maquinaria nueva más moderna con el mismo plan, si prefieres quedártela la adquieres a un valor depreciado. Esto significa que estás pasando el pago del enganche que se da en un inicio en un crédito, al final del proceso, siendo opcional.
En el arrendamiento puro, el dueño del activo es la Institución Financiera y te renta el activo durante un periodo acordado a cambio del pago de rentas mensuales. Tienes el derecho del uso del activo de un tercero (Institución Financiera) a través del pago de una renta sin necesidad de descapitalizarte o tener que pagar un enganche. A lo mucho tendrás que dejar un depósito en garantía como lo harías con un local o una oficina. Al final del periodo le regresas el activo a la institución financiera y puedes arrendar un equipo nuevo más moderno brindándote una ventaja frente a la competencia o en su caso puedes volver arrendar el mismo equipo por otro periodo. En ningún momento te descapitalizas con un pago grande ya que haces pagos mensuales accesibles, te permite tener vigente tus activos y trabajar con tecnología de punta (normalmente en una PYME encuentras maquinaria vieja donde se le tiene que sacar todo el jugo). El arrendamiento puro es una práctica común entre los países desarrollados y los grandes coporativos, por eso normalmente trabajan con maquinaria de última generación, pero esto podría ser igual en las PYMEs.
2.- PAGAS MENOS IMPUESTOS POR SUS VENTAJAS FISCALES
El arrendamiento puro y el arrendamiento financiero tienen reglas específicas que los diferencían por un tema fiscal. En ambos casos pagas rentas mensuales, pero en el primer caso no tienes opción de compra legalmente (aunque en la practicas muchas veces sí) y en el segundo siempre tienes la opción a compra. Fiscalmente, en el arrendamiento puro, no registras el activo, registras el gasto, las rentas mensuales. En el arrendamiento financiero, al igual que un credito registras el activo y lo vas depreciando, al fin y al cabo es tuyo el activo, sólo se te prestó dinero para comprarlo. La diferencia entre arrendamiento financiero y crédito, es que en el crédito pagas enganche y luego amortizaciones, hasta liquidarlo. Éstas amortizaciones en el crédito son capital, intereses e iva de los intereses. Fiscalmente, lo único que puedes deducir y registrar como gasto o costo, son los intereses que pagas con su respectivo iva. La parte del capital que pagas en la amortización, es el valor del activo, lo vas re-ajustando y depreciando conforme a las reglas contables.
La gran ventaja del arrendamiento puro, es que es 100% deducible. La renta de mi equipo la registro íntegra como gasto. Es 100% deducible de mi contabilidad, lo que me beneficia en el tema de impuestos. Por ejemplo, si adquiero un arrendamiento puro para una máquina, voy a registrar el gasto que me generó el pago de rentas mensuales, lo voy a reducir de mis utilidades y pagaré menos impuestos. Si hubiera adquirido la máquina y ésta tenía – por ejemplo- una vida útil de 10 años, tendría un registro contable de 10 años, por ende la podría deducir fiscalmente a lo largo de una década. Con el arrendamiento puro deduces más rápido, pagas menos impuesto y tienes un beneficio fiscal automático, más allá de la administración de los pagos. No tienes un tema de liquidez y te obligas a mantener actualizado tu equipo, tu flotilla o tu software. Te hace operar como una empresa de vanguardia con tecnología de punta.
3.- NO APALANCAS TU EMPRESA, MOSTRANDO UNA EMPRESA MAS SANA
Otro punto importante del arrendamiento puro, es que la adquisición del activo (el producto financiero), no lo registras en tu pasivo, por lo que no merma tu capacidad de endeudamiento.
Puedes tener tu activo y al mismo tiempo la capacidad de solicitar un crédito al banco ya que no te ves endeudado.
4.- EL COSTO ENTRE COMPRAR Y ARRENDAR, NO SE COMPARA PESO POR PESO
En donde muchas personas se atoran al decidir si adquieren o rentan sus activos es al momento de hacer los cálculos. “Me cuesta $100 pesos comprar el equipo, si lo saco en arrendamineto me va costar $120 pesos, no me conviene es muy caro”. Pero normalmente casi nadie incluye en ese cálculo los beneficios fiscales, ni el costo de oportunidad (tener el dinero en tu cuenta). ¿Cude vas a ahorrarte fiscales. ¿cuineto me cuesta $12 pesos, no me conviene es muy caro”el jugo)
. ¿Y realmente es asánto vas a ahorrarte en impuestos? La diferencia se acorta si integras a la ecuación el cálculo fiscal. Pero sobretodo debes evaluar el costo de oportunidad. Si adquieres el activo tienes tu dinero congelado en fierros y no en inversiones que te generen intereses. Tienes liquidez para utilizar el dinero como mejor te convenga gracias a un producto financiero, en arrendamiento o credito. Siempre vas a tener que pagar intereses por el uso del dinero en el tiempo, pero casi siempre podrás darle un uso más productivo a ese dinero en tu cuenta que invertido en un activo fijo.
Si el mundo está cambiando tan rápido, es momento de dejar atrás la mentalidad de poseer. Evalúa el arrendamiento financiero o el arrendamiento puro. Tu mejor arma es hoy más que nunca tu flexibilidad.