En muchos sectores de México, parecería que estamos retrasados con respecto a otros países y un factor que lo evidencia aún más, es nuestra cercanía con los Estados Unidos. Este fenómeno se manifiesta en distintas industrias.
En el sector financiero donde el mundo está innovando de manera acelerada, llegan a México varios años más tarde, ejemplo que los bancos nos faciliten el acceso a nuestras cuentas vía celular, es algo que ya sucedió en otros países hace varios años y en México algunos Bancos -solamente Bancos- lo están implementando apenas, y lo venden como la gran novedad del siglo XXI. Incluso los sistemas financieros en otros países de Latinoamérica -que son los más parecidos a México- están más evolucionados y avanzados en cuestión de penetración que el sistema financiero mexicano, a pesar de su solidez y las utilidades que generan los grandes Bancos, cuando la mayoría de los sistemas bancarios en el mundo están reduciendo número de sucursales, por la misma penetración tecnológica, en México siguen creciendo el número de sucursales año tras año. En el tema de usos y costumbres de los consumidores hacia temas tecnológicos ocurre lo mismo. Por ejemplo, las compras por Internet y el uso de celulares como medio de pago ya es algo común en otros países, pero en México se percibe como un aspecto sumamente novedoso.
Todo lo anterior, como país, nos genera una gran ventaja a los empresarios mexicanos.
¿Por qué es una ventaja? Porque como empresario puedes predecir mucho más fácil qué productos pueden tener éxito y cuáles no, prever tendencias y elaborar escenarios de cómo se reflejarán en nuestra idiosincrasia. Si los empresarios están volteando a ver lo que está sucediendo en otras partes del mundo pueden, de cierta manera, predecir lo que va a suceder en México en los próximos años. Al hacer esto, nos da una inteligencia estratégica para ejecutar, actuar e invertir, lo que me preocupa es que a pesar de ello todavía ves muchas empresas, que a pesar de tener esta ventaja siguen sin voltear a verla y sin hacer nada al respecto.
Uno de los aspectos clave que todo empresario debe estar realizando de manera cotidiana y estructurada es estudiar las tendencias de la tecnología relacionada a su industria para estar siempre un paso adelante.
Un ejemplo para reflexionar referente a los usos y costumbres en el futuro, es lo que ocurre en San Francisco, California. Considerada una de las mecas del mundo de la tecnología empujada por Silicon Valley -donde están las mayores empresas de tecnología y redes sociales como Facebook, Twitter, Salesforce, Linkedin y Google-San Francisco está impactando y cambiando nuestro mundo, por lo que analizar el comportamiento, la idiosincrasia, la cultura y el estilo de vida de su sociedad nos da una idea de las tendencias actuales de hacia dónde estamos yendo como sociedad para detectar dónde invertir concrétamente.
Por ejemplo, en San Francisco -a diferencia de otras ciudades- tener automóvil es mal visto, es decir, la gente tiende a trasladarse en bicicleta, usar transporte público o coches compartidos, por lo que poseer un auto no es lo de hoy, es visto como una decisión poco inteligente.
Esto mismo, lo vamos a ir viendo en otras ciudades, porque el tráfico se encuentra en un nivel insoportable, genera mucha contaminación y se invierte demasiado tiempo. Como respuesta a esta situación han surgido los coches autónomos. Hoy en día ya hay varios autos UBER con piloto automático, operando sin la necesidad de un conductor, ya no es una película de ciencia ficción, es una realidad y eso ira creciendo poco a poco. Otro ejemplo, Airbus ya anunció el desarrollo de aviones autónomos, que definitivamente cambiarán la manera en que nos hemos viajado los últimos 50 años.
Con este cambio, las agencias de coches, distribuidores y proveedores de la industria automotriz deben empezar a replantear su negocio y enfocarse hacia las nuevas tendencias.
Un ejemplo más, es la mentalidad de consumir productos healthy o saludables. Todo lo que es verde ayuda a mejorar el mundo, cuidar el planeta y la salud, por lo que los alimentos no sanos, como las grasas, y comida chatarra ya no son tendencia.
También, en San Francisco, la vestimenta de los empresarios que han desarrollado tecnología es juvenil e informal. Un directivo se viste igual que otro empleado, por lo que no hay una etiqueta de vestimenta o comportamiento que los diferencie, lo cual genera un mundo más libre, transparente y comunicativo, ya que las personas pueden dialogar sin importar el lugar del organigrama que ocupen.
En San Francisco las personas están más enfocadas al emprendimiento y menos a un mundo corporativista, inclusive las grandes empresas como Google, (uno de los mejores lugares para trabajar calificado por Best Place to Work) la gente labora para la empresa, pero también busca emprender, por lo que no se generan carreras de largo plazo ni lealtad de por vida hacia la compañía, ya que las personas ingresan a laborar para aprender, desarrollarse y posteriormente emprender. Por lo tanto, el emprendimiento se convierte en un motor constante y la preparación se hace hacia las tendencias de las nuevas empresas, como tecnología, innovación y programación.
Entonces, las carreras tradicionales que han sido exitosas en los últimos 50 o 100 años –Ingenierías, Contabilidad y Arquitectura- tienden a desaparecen para ser sustituidas por nuevas carreras.
Imaginen un mundo donde los coches autónomos no sean una novedad y los aviones con pilotos autónomos sean cotidianos. ¿Qué va a pasar con toda la gente que vive de manejar vehículos o aviones? Claramente, las empresas van a requerir una nueva serie de talentos, por lo que la gente que tendrá trabajo será la que se prepare hacia las nuevas tendencias, de eso dependerá el éxito laboral y las universidades tendrán la tarea de preparar al talento futuro.
La clave del éxito de una ciudad va a ser la capacidad que tenga de desarrollar talento. Y créanme, no importa el proteccionismo que cualquier gobierno quiera imponer o las huelgas que los sindicatos quieran hacer, el mercado manda siempre y por más resistencia al cambio que exista, éste siempre llega. Se puede retrasar, pero no se puede luchar contra lo inevitable.
La historia nos demuestra lo antes mencionado. Observa lo que está pasando en otros países y llévalo hacia tu negocio porque vas a poder tomar decisiones muy inteligentes, basadas en los productos que ya están siendo probados en otros lados del mundo. Sé el primero en hacerlo en México. Es posible que algún día México vaya a la cabeza.