Un error básico en la mayoría de las compañías es que mucha de la información que se toca en la parte gerencial o alta dirección, normalmente no llega a la parte operativa, hay un diferencial entre la información que se trata arriba con la que llega abajo. Mucho generado por la misma escala jerárquica con la que muchas empresas operan.
Efectivamente existe información sensible y muy confidencial, pero la realidad es que la gran mayoría que es tratada en altos niveles no lo es, pero se trata como si lo fuera.
Y es un error porque en el mundo en que vivimos estamos en una era de la información y la colaboración, gran parte de la población ya tiene alguna red social, utilizan chats como su principal fuente de comunicación, hoy la tendencia es compartir todo, donde todo empieza a ser más público, lo queramos o no, el acceso a la información es más fácil y rápido.
En la mayoría de las empresas no está sucediendo lo mismo, continua el sistema de organización y comunicación limitada, o manejada con cierta confidencialidad, lo cual no coincide con el estilo de vida con la que la gente nos estamos empezando a mover. Y no veo cómo las empresas podrán seguir funcionando con sistemas que ya no son sobre los cuales operamos todos los seres humanos, indistintamente el lugar donde vivas o el nivel socio económico.
La tecnología se desarrolla y se permea en la cultura de los miembros de la organización más rápido que la que la empresa la implementa. Las innovaciones tecnológicas han hecho que todas las generaciones se vayan adaptando, no importando si eres generación x, baby boomer o millenial.
Es difícil encontrar a alguien que no cuente con redes sociales (México es el 4to país del mundo con más uso de redes sociales, 50% de su población cuenta con alguna cuenta activa). Hoy el 86% de la población del mundo tiene smartphones dentro de los cuales una de las principales herramientas que generan es la conectividad, acceso inmediato, apertura. ¿Por qué no deberá de ser así en una empresa?
Es un error la metodología de tener en la obscuridad a gran parte de la empresa ya que afecta la comunicación interna, genera poca transparencia y cuando las cosas no son claras los empleados pueden sentirse alejados, y por ende, el compromiso es menor, la gente se motiva e involucra menos.
Lo que motiva a la gente es la parte emocional, no la económica, la pasión que metes en lo que haces, y nadie se puede apasionar de algo que no conoce, algo que no sabe, o que sabe a medias. No puedes esperar colaboración e innovación de tu gente si no tienen información completa. Y si le agregas el efecto de “radio pasillo”, la interpretación de lo que suponen que está pasando, la información se transforma, saliendo de la realidad y la gente se empieza a molestar o actuar con información errónea, generando ineficiencias e improductividad en la empresa.
Por ejemplo, pregúntale a tu gente que sentimiento genera cuando los directores se encierran en la sala de juntas, te sorprenderás con la respuesta. Tal vez si las cosas van bien pueden generar curiosidad, pero si la situación es tensa puede generar nerviosismo, miedos, etc.
Rompamos con esa ideología, con esas viejas prácticas y convirtámonos en empresas transparentes, que comparten a todos los niveles la información, aprovechen esta nueva cultura y nueva ola de interconexión, de información inmediata, involucren a toda la empresa con la información, para que se pongan la camiseta, para que aporten ideas, para que pregunten, para que se sientan parte de la empresa, y no empleados de la empresa.
Por ejemplo, analiza ¿Cuál es el canal de comunicación dentro de tu empresa? ¿Cómo se comunican? ¿Cuál es el canal por el que te comunicas con tus empleados? ¿Cómo les transmiten las ideas, los resultados, los éxitos? o ¿simplemente no lo haces?.
¿Usas tus pizarrones de comunicación, boletines? o ¿Tienes grupos de Facebook, o LinkedIn o WhatsApp con tus colaboradores?
Conéctate con el mundo en el que vivimos hoy, vas a hacer que tu gente se apasione por el lugar en el que trabaja.
