La gente normalmente piensa en financiamiento cuando no tienen dinero, cuando está estresado o en emergencia, cuando sus clientes se retrasan, cuando no alcanza para pagar, cuando se quiere hacer una inversión específica y la caja está vacía. Prácticamente los procesos de crédito en los usos y costumbres de las PyMEs es que lo solicitan cuando ya les urge.
Hay una estadística a tomadores de decisiones de las pyme que dice que el 64% de las empresas, piensan que no necesitan crédito e inclusive se sienten orgullosos de que no tiene deudas. Creanme cuando les digo que estas empresas o no están creciendo o no tienen deseos de crecer, que tan bien es válido o están creciendo financiandose con sus utilidades, o peor aún están financiando su operación con las utilidades. Es muy mala estrategia financiera, usar tu propio dinero para financiar su crecimiento, hay que comprender que aunque no hay una entidad financiera cobrándote intereses, el dinero más caro es el de tus utilidades, siempre el costo de capital es mayor al de la deuda.
La mayoría de las PyMEs se encuentran en modus operandi de supervivencia, en una situación de cuasi crisis constante. Aunque les vaya bien y tengan buenos rendimientos normalmente sus cajas están estresadas, son limitadas, generando una situación de emergencia pero no alcanza para grandes proyectos o crecimientos, por lo tanto es inminente pensar en apalancar (deuda) el capital responsablemente, cuando se desea crecer o fortalecer a la empresa.
Entonces ¿Cuándo es el mejor momento para pedir un crédito?
El mejor momento es cuando no lo necesitas, porque tienes el tiempo y el análisis para poder comparar diferentes instituciones financieras, para poder leer el contrato, evaluar opciones, tocar muchas puertas, armar los expedientes y conocer tus diferentes alternativas.
Cuando estas apurado, en la necesidad, porque tienes que pagar cuentas y no te alcanza, porque tienes que traer una nueva máquina y dar un anticipo, cuando estás estresado normalmente no te das el tiempo de leer el contrato, de buscar mejores opciones y firmas, normalmente contratas con el que te de primero el financiamiento o con el que más conoces, sin saber realmente si es tu mejor opción o la más adecuada para tu necesidad. El riesgo de cometer errores puede ser alto.
A veces los procesos de las entidades financieras son lentos, a veces complicados, ya que la entidad financiera tiene que hacer una radiografía de tu empresa y de ti, aunque hay opciones inmediatas, hay que tener cuidado porque estas van relacionadas con tasas de interés muy altas, por lo que es mejor no esperar a que surja la urgencia de la necesidad.
Así mismo es importante crear una relación con las distintas instituciones financieras, para esta o una futura necesidad por lo que aunque no tengas claro el proyecto de crecimiento, debes solicitar una crédito cuando no lo necesitas, recomendable algo pequeño, el objetivo es ir creando historia con distintas entidades financieras, para que cuando tengas la necesidad y un monto claro el proceso sea más amigable.
El dinero más caro es que proviene de capital. Es mejor tener el dinero de tus utilidades en tu bolsa o cuenta de banco, para invertir, para aprovechar oportunidades, para disfrutar, haz que el dinero trabaje para ti. Es bueno deber, responsablemente y siempre recomiendo usar la deuda para crecer, para incrementar productividad o para bajar costos, apalancar tu capital para trabajar, hacer crecer tu empresa, y rentabiliza tu capital y tu empresa.
