Cuando quieres emprender, desarrollar una nueva línea de negocio, un nuevo producto en tu empresa o lanzarte a atender una nueva línea de mercado seguramente tu cabeza no deja de generar ideas para lograrlo. Pero ¿Qué debes hacer con estas ideas? ¿Cómo saber si son buenas o pueden tener futuro? Esas son preguntas que muchas personas me hacen y hoy quiero hablar en este blog de los pasos al momento de tener una idea.
Todos tenemos buenas ideas, pero lo que ocurre en el 99% de los seres humanos, es que estas ideas, terminan en el mejor de los casos solo escritas en el “to do list” en el cuadernito, ideas que “pienso, pero no hago nada al respecto” y el caso es que, una buena idea que no se ejecuta se la lleva el viento. Soñar es increíble, pero si no pasamos del sueño a la acción, de nada sirve soñar.
¿Cuántas veces te ha ocurrido que nace un nuevo producto o servicio innovador? Y piensas ¡Yo tuve esa idea primero! Dos ideas surgieron antes de convertirse en ese producto o servicio, la única diferencia es que una de ellas se ejecutó y otra no.
Vivimos en un mundo tan interconectado que los problemas actualmente son generales, aquello que te afecta a ti en tu país, es lo mismo que le afecta a otra persona del otro lado del mundo, o bien, aquello que localmente pueden estar pasando personas de tu comunidad o tu ciudad.
Cada vez que tienes una buena idea, tu obligación debe ser tomar acción ¿Cómo? Sigue estos pasos para saber si esa idea puede ser desarrollada.
Primer paso
REFLEXIONA:
Aunque tengas una idea que te emocione y creas que es super buena idea, el primer paso es reflexionar ¿Qué tan buena idea es? ¿Realmente esta idea resuelve un problema? ¿Es realmente valiosa o es similar a otras tantas? Y para analizar qué tan buena idea es, analiza el problema que estas resolviendo. Analizar si esa idea resolvería realmente un problema para poder saber si vale la pena dedicarle tiempo y pasar a la siguiente fase. De hecho, este primer acercamiento es una manera rápida y económica de validar tu idea antes de trabajar en ella.
Segundo paso
VUÉLVETE EXPERTO EN RESOLVER PROBLEMAS:
En este punto debes estudiar el problema que resuelve tu idea, no tanto la idea. Debes buscar la manera de hacerlo mejor, más sencillo, más eficiente, más rápido, más barato. Para ello debes analizar a fondo en problema que resuelve tu idea ¿Cómo es ese problema? ¿A quién afecta el problema? ¿Cómo le afecta? ¿Cuánto le cuesta tener ese problema? ¿Dónde le duele? ¿Qué le duele? ¿A quién más le puede doler? ¿Qué otros problemas está generando este problema? Estudia el problema, analízalo, busca estadísticas, busca estudios, lee sobre el problema ya que te sientas experto (y experto no se trata de tener una maestría, sino de profundizar en el) ya que te sientas que eres experto en el problema será momento de concluir si tu idea ha pasado a la siguiente etapa de validarla no solo de manera personal.
Si durante este análisis llegas a la conclusión de que “el problema” en realidad no resuelve un dolor genuino de las personas, debes de descartar esa idea. Debemos ser objetivos y reconocer que, si solo resolvemos un problema personal, no será funcional en el mercado.
Tercer paso
EVALUAR EL MERCADO:
El mercado debe ser evaluado desde dos perspectivas. En primer lugar, debemos identificar quién será el comprador de nuestro producto o servicio, es decir ¿Quién es la persona que me va a comprar? ¿Quién es ese mercado al que le estoy resolviendo el problema? Es necesario segmentar y enfocarnos en nuestros early adopters, aquellas personas que definitivamente comprarían nuestro producto, tomando en cuenta que estás personas ya sienten un dolor y quieren resolverlo con la solución que tú les ofreces sin importar el costo.
Si quieres saber a qué tipo de personas me refiero, piensa en aquellos que hacen fila para ser los primeros en comprar el nuevo iPhone que incluso duermen afuera de la tienda, en aquellos que van a la premier de Avengers a la 1:00 de la mañana, o en aquellos que esperan en una fila interminable para poder comprar boletos para el concierto de Luis Miguel. Estas personas son tus seguidores, aquellos que realmente valoran tu producto o servicio. Debes comprender quiénes son, qué los motiva y qué les interesa, ya que son ellos a quienes deberás hablarles.
En segundo lugar, diferenciar a las personas que te compran porque te conocen, como tu mamá, tu abuelita o tus amigos cercanos. Es clave que localices a los clientes que “harían esa fila por tu producto o servicio” pues toda tu estrategia deberá basarse en ellos.
Hoy en día, estamos saturados de información. La publicidad está presente en todas partes, incluso en los equipos de fútbol, es molesta la cantidad de marcas que promocionan en la televisión, en YouTube y en las redes sociales. Constantemente nos bombardean con ideas publicitarias sobre la última “solución mágica” que resolverá todos nuestros problemas. Esto nos ha llevado a los seres humanos a volvernos expertos en ignorar, mientras que las empresas de marketing se esfuerzan en ser los más creativos para captar nuestra atención.
Si bien hay muchas agencias y compañías que logran llamar nuestra atención, la realidad es que la mayoría de los productos y servicios son ignorados por la gente. Entonces, si no quieres luchar por la atención, debes identificar desde antes de lanzar tu producto a tu público, aquel que sin duda de consumirá incluso sin necesidad de pagar por ello.
Ok y ¿Cómo encuentro a estas personas? Tienes que saber todo de ellos, quienes son, en donde trabajan, como funcionan, que consumen y hasta que piensan o sienten. Tienes que volverte experto en ellos para basar tu comunicación hacía ellos. Con esto sabrás si tu mercado es suficiente para que esta idea se vuelva una idea de negocio exitosa.
Cuarto paso
TEN A LA VISTA A TU COMPETENCIA:
Competencia no solamente son las personas que venden el mismo producto o servicio que tú, también se trata de voltear a ver todas las formas en que hoy tu cliente está resolviendo su propio problema. Porque, al ser expertos en evadir, también somos expertos en creer que podemos resolver los problemas solos. Si identificas que tu cliente también es tu competencia debido a sus creencias o pensamientos, deberás desarrollar una estrategia para llegar a ellos. Tu servicio no solo debe resolver un problema, también debe resolverlo mejor en caso de que alguien más (o ellos mismos) ya lo esté resolviendo.
Quinto paso
ARMAR UN PLAN DE NEGOCIO:
Lo siguiente es armar un plan de negocio y un plan de negocio es no es hacer un Excel con números de tu proyección de cuánto crees o esperas vender, en este punto no hablamos de los números, sino del plan de negocio. Yo les recomiendo utilizar el business model canvas que, como su nombre en inglés, quiere decir lienzo, es “pintar” una idea de negocio en una sola hoja. En estos modelos más o menos viene la estructura de 9 partes que un negocio tiene que ver desde la parte de mercado finanzas, clientes, operación, administración, esta es una forma sencilla para visualizar tu plan de negocio.
Hay mucha información en internet, puedes investigar en YouTube o en la red, solo pon en el buscador “Modelo de negocio canva” busca el que más te guste y empieza a trabajar en él, no hagas solo uno, haz muchos, y ve dibujando cómo estás imaginando que va a ser tu negocio, sin meterte a mucho detalle, ahorita nada más estás planteando cómo lo observas.
Otra cosa que funciona mucho para iniciar tu modelo de negocio es mediante planteamientos imaginarios ¿Cómo desarrollaría esta idea si fuera el presidente de México o Superman? el jugar con estos extremos te ayuda a meterle creatividad a este modelo de negocio para que después de todas las ideas puedas aterrizar mejor las que ya tenías. Dibujar varios escenarios sirve mucho. Plantea otras posibilidades como por ejemplo imagina como sería tu modelo de negocio si tu producto fuera gratis ¿Cómo le harías en ese caso para generar ingresos? El chiste es plantearlo de diferentes esquinas y eso te va a ayudar a validar esa idea de negocio más y encontrar un modelo de negocio diferenciado.
Sexto paso
PLATICA ACERCA DE TU IDEA:
Ya que tienes tu modelo de negocio, una parte importantísima será salir y platicarla. En este punto, mucha gente me dice: “Si hablo sobre mi idea, alguien podría robármela”. Sin embargo, como mencioné anteriormente, muchas personas sueñan con hacer cosas, pero son muy pocas las que realmente ejecutan. ¿Cuál es la probabilidad de que alguien te robe una idea que solo existe en sueños?
Platéala con muchas personas: tu mamá, tu tía, tu primo, tu amigo, tu competidor, tus empleados, tus colaboradores, quien sea posible. No lo hagas con el objetivo de buscar aplausos o reconocimiento, sino porque al platicarla, te obligas a intercambiar ideas y en ese ejercicio surgen situaciones que quizás no habías considerado. Además, cuando la gente te cuestione, naturalmente te verás en la necesidad de defender tu idea y argumentar por qué si funciona.
Existen concursos para emprendedores, ya sea organizados por fondos o universidades. Aplica a todos los concursos de emprendimiento que puedas, sin importar en qué etapa te encuentres en tu proyecto. Estos concursos no se tratan solo de ganar, lo más importante es el proceso de validar tu idea, de compartir y discutir tu propuesta, de responder las preguntas de los jueces o el comité de selección. Todo esto te ayudará a complementar y seguir construyendo sobre tu idea. Así que sal y platica tu idea en todos los lugares posibles.
Séptimo paso
CREA LA PRIMERA VERSIÓN:
Una vez que comiences el proceso de ejecución, crea tu versión más básica para ahora si salir a validar el mercado. Esto significa verificar si las personas que creíste que serían tus clientes realmente compran el producto o servicio que ofreces, al precio que has establecido, por la razón que sea. Todos los procesos de validación anteriores te ayudan, pero este es el momento crucial en el que sales a pedirle a la gente que apueste por tu producto o servicio, que decidan invertir su dinero, el cual han ganado con esfuerzo.
En la etapa de creación de tu empresa y la ejecución de tu modelo de negocio, es fundamental comenzar con la versión más básica, la versión 1.0. Esta versión nunca es la mejor, al contrario, es la más simple y básica. El objetivo principal es validar que tu idea realmente funciona y que las personas están dispuestas a pagar por ella. A ningún emprendedor le gusta la versión 1.0 de sus productos o servicios, pero lo importante es gastar lo menos posible para salir a validar la idea y comenzar a vender. No busques grandes capitales ni inviertas demasiado dinero, no intentes adornarlo demasiado, enfócate en presentar la versión más sencilla que resuelva el problema.
Puede ser que al lanzar la versión 1.0 y comenzado a vender y operar, te des cuenta de que tal vez no todo estaba completamente correcto según lo que habías proyectado. Aprender y ajustar es parte fundamental de este proceso. Ahora que has lanzado tu producto, debes estar receptivo todo el tiempo y realizar ajustes necesarios. Debes aprender a adaptarte y lanzar versiones 1.0, 2.0, 3.0, 4.0, de forma constante. Esa debe ser la naturaleza de tu negocio, ya que muchos de los planteamientos que se hacen durante el estudio y establecimiento del modelo de negocio pueden no suceder como se habían previsto inicialmente. Por lo tanto, es necesario adaptarse y corregir. Normalmente, los primeros meses e incluso años de emprendimiento se basan en este ciclo de aprender y adaptar constantemente.
Pero no importa si las cosas no se desarrollan como originalmente las planeaste. No te desilusiones ni te preocupes por los fracasos. Emprender es como aprender a andar en bicicleta. Con un nuevo producto o servicio, estás aprendiendo a andar en bicicleta. Al principio, usaste rueditas de apoyo y te caíste. Quitaste una ruedita y volviste a caerte. Pero te levantaste y seguiste intentando. Poco a poco, mejoraste hasta convertirte en un experto. Así es el emprendimiento. No te preocupes por cometer errores, tropezar o comenzar con rueditas de apoyo. Esa es la realidad del emprendimiento y la clave del éxito.
Ningún emprendimiento exitoso nace sin fracasos ni errores en el camino. La adaptación es fundamental. Aprende, adapta y busca constantemente ajustarte al mercado, ya que vivimos en un mundo acelerado con cambios constantes. Lo que funcionaba ayer puede que ya no sea válido hoy, y debes estar dispuesto a cambiar y ajustarte, ya que tu consumidor también está cambiando
Ahora que estás en el proceso de aprender y adaptarte, es momento de escalarlo y de explorar cómo puedes crecer, incrementar tus puntos de venta o llegar a más clientes.
Te recomiendo ir tachando cada uno de estos puntos con forme vayas identificando tus propios pasos y si en algún momento te das cuenta de que uno de ellos se atora, haz una pausa, cámbialo o madúralo hasta que tu idea de verdad solucione un problema, haz lo mismo con cada una de tus ideas. Ve punto por punto hasta ir avanzando.
Gracias por leer, si tienes alguna duda o quieres sugerir algún tema de blog, me encuentras en todas las redes sociales como @fernandopadillaez nos leemos en el próximo.
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