Que tu plan estratégico del 2019 no sea como tus deseos de año nuevo.
En estas fechas, normalmente la gran mayoría de las empresas están terminando de establecer o ya tienen sus planeaciones estratégicas, sus planes de trabajo, sus objetivos, lo que quieren lograr el próximo año y a lo que se van a enfocar.
Es claro que con el cambio e incertidumbre que estamos viviendo, es fundamental tener un plan de acción, y el plan estratégico sirve para que todo mundo tenga claro, desde la cabeza hasta los de abajo de la empresas qué es lo que se quiere lograr, cuál es la dirección.
Ahorita las cosas están cambiando tanto que necesitas que tu organización esté bien enfocada en un objetivo en común, porque habrá muchos distractores, mucho movimiento y oportunidades.
También no hay que olvidar que la tecnología está cambiando el mundo, las personas y cómo las empresas interactúan.
“No hay viento favorable para el que no sabe a dónde va”
-Séneca
En la planeación estratégica aplica la ley del 20/80: el 20% que le dediquemos a planear reflejará el 80% del tiempo que le vamos a invertir el próximo año, y por eso, se vuelve fundamental.
Una cosa importante que debemos tener claro para la realización de nuestra planeación del próximo año es que tiene que ser dinámica, delgada, fácil de ejecutar y fácil de modificar en caso de cambios no esperados o de oportunidades que se presenten.
Será fundamental involucrar en la ejecución a todo tu equipo para hacer una planeación uniforme. Más por el mundo polarizado en el que estamos viviendo, eso se elimina cuando se involucra a todos.
En la planeación estratégica tiene que:
- Estar clara la misión y visión, asegurarse que esté actualizada, que refleje lo que hacen hoy “la misión” y a dónde quieren llegar, donde sueñan estar, a través de su visión.
- Tener claro que los valores sobre los que están trabajando son homogéneos dentro de su organización, que todo mundo los entienda, crea en ellos y los viva.
- Tener objetivos claramente establecidos, objetivos SMART; específicos, medibles, alcanzables, retadores y con fecha de caducidad. Pocos, pero bien enfocados.
- Reevalúa tu FODA y tu Balance scorecard, para tener clara tu posición actual, pero úsalo para establecer estrategias y acciones concretas a realizar.
| Fortalezas | Debilidades | Oportunidades | Amenazas |
| Financiero (ingresos y Costos) | |||
| Cliente ( canales y relaciones) | |||
| Procesos | |||
| Recurso Humano |
Todo esto te lleva a planes de acción concretos que tendrás que empezar a ejecutar: ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, para hacer frente a lo que va a venir el próximo año.
La clave de todo plan no es su realización, sino su ejecución, por lo que define fechas para cada plan, sé disciplinado y que se ejecute y sé severo cuando no se ejecute.
Por todo esto, será importantísimo tu sistema de supervisión y control de la ejecución, la cual no puedes dejar pasar hasta el final del año. Establece periodos de revisión y control para evaluar en periodos cortos cuáles han sido los resultados. Si no, se convertirá en simplemente buenos deseos.
